+41 76 559 88 42 info@institutneo.ch
Sélectionner une page

Un guiri no es meramente un extranjero, extranjeros son también los inmigrantes y nunca los llamamos así. Un guiri es un extranjero turista que hace un recorrido monumental o festivo por una ciudad y que, incluso, se instala en ella durante años, por ejemplo para su jubilación.

Una palabra que viene de las guerras carlistas

En su origen, bien es cierto, la palabra guiri sí tenía un sentido muy fijado y una marcación poco positiva. La palabra se empezó a usar en el siglo XIX en el contexto de las guerras carlistas. Los carlistas vascos llamaban a sus adversarios, los liberales, guiris. Por eso, aunque hay quien ha relacionado la voz con el turco gaurí (infiel, extranjero), es común derivarla de una abreviación del vasco giristino que sería una derivación a su vez de la palabra cristino, o sea, partidario del bando de la reina María Cristina. Los guiris eran los soldados del frente contrario, y así aparecen en la literatura de fines del XIX.

Es Emilia Pardo Bazán una de las primeras en documentar la palabra en la literatura. Su relato Un viaje de novios (1881) pone esta frase en boca de un vasco, siempre como forma despectiva de llamar a los del bando liberal: “A mí me daba, vamos, tanta tristeza de ver corretear las columnas guiris por aquellos picachos adonde solo subíamos, con la ayuda de Dios, los mozos del país y las fieras de los montes…”. Benito Pérez Galdós, por su parte, también la emplea en Zumalacárregui (1898).

Este ambiente de uso, en que guiri tiene un indudable significado político, da lugar a que la palabra entre en el diccionario de la Real Academia Española en 1925 justamente con esa definición: “Nombre con que, durante las guerras civiles del siglo XIX, designaban los carlistas a los partidarios de la reina Cristina, y después a todos los liberales, y en especial a los soldados del gobierno”.

Pasadas las guerras carlistas, guiri va a ser ya en el siglo XX la voz de jerga para denominar al guardia civil. La transición hacia el significado de “turista extranjero” que le damos hoy es, pues, de la segunda mitad del siglo XX y de hecho se refleja en los diccionarios españoles muy al final del siglo pasado.

Hay otro significado de la palabra guiri; la voz da nombre en la zona almeriense a un tipo de arbusto llamado en otros ámbitos hispánicos retamo o espinillo. Es un significado raro, pero tiene su guiño que en Almería, donde tantas pelis de vaqueros se rodaron en los años sesenta hubiera, a su manera y por vía de la flora, un buen puñado de guiris plantados y una buena cifra de guiris actuando.

Cierto es que cada cual usa la palabra guiri con las connotaciones y el valor que le apetece, y es difícil dar un sentido absolutamente positivo a esta voz. Lo mismo ocurre con la palabra turista. La propia palabra no es insultante, pero si decimos que un espectáculo o un restaurante es para turistas estamos concediendo a esa realidad un valor de poca autenticidad o precio abusivo. Incluso el reciente fenómeno de la turistofobia está haciendo que muchos turistas prefieran ser denominados viajeros. Manejamos las palabras a nuestro antojo: su significado no está fijado para siempre en un mapa de los que usan los guiris. En un país con una economía fuertemente dependiente del turismo, habría que ser necio para no dejar en nuestro corazón un rincón para todo guiri.

Adaptado de :  VERNE 

POURQUOI SUIVRE DES COURS D’ESPAGNOL  ?

Parler espagnol vous permet de communiquer avec près de 500 millions de personnes hispanophones dans le monde. L’espagnol est la troisième… lire plus

Une chose est sûre, apprendre ou perfectionner l’espagnol avec des cours à l’Institut Neo ne sera pas une perte de temps !